Panaderías, sitios de construcción, negocios de techos, pisos y pinturas, entre otros, son el renovado blanco de las autoridades migratorias de Estados Unidos, que están apuntando a empresas que contratan inmigrantes a sabiendas de que no tienen permisos, para cumplir con la agenda de la Casa Blanca.
Los operativos de los agentes migratorios se han vuelto cada vez más comunes en los lugares de trabajo, incluso en pueblos tan pequeños como Los Fresnos (Texas), una zona al norte de Brownsville, de poco más de 8.000 habitantes, donde los dueños de una panadería latina, una pareja oriunda de México, fueron detenidos junto con ocho de sus empleados.

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